miércoles, 4 de octubre de 2023

POSTALES DE LA CIUDAD DE LA FURIA

Día 1: Partimos de Lima por la mañana para llegar a Buenos Aires en la tarde y ser recibidos por mi prima Ritsuko a quien no veía hace más de treinta años desde mi primera y, hasta ese momento, única visita a tierras argentinas y ya, el domingo, conoceríamos en persona a mis otros primos, su hermano Diego y su hermana Hiroko. Luego de instalarnos en nuestro alojamiento, salimos a conocer la zona y comer algo.


POSTALES DE LA CIUDAD DE LA FURIA

Día 2: Fuimos a conocer el centro (o microcentro, como le dicen los argentinos). Luego de caminar un poco (o, más bien, bastante), entramos a comer algo a la tan mentada confitería La Ideal antes de regresar a nuestro alojamiento para esperar la hora de la cena en donde nos reencontraríamos después de más de una década con Daniel y conoceríamos en persona a Eduardo, su hermana Monica y su esposo Mariano, amigos “virtuales” de mucho tiempo.


POSTALES DE LA CIUDAD DE LA FURIA 

Día 3: Salí temprano a trotar para hacer un reconocimiento de parte de la ruta del domingo mientras Diany se quedó disfrutando de la vista desde el balcón del alojamiento. A mi regreso, nos alistamos para salir y tomar el bus turístico amarillo (Buenos Aires bus), similar a nuestro mirabus, para conocer un poco más de la ciudad y, en una de las paradas, aprovechamos para saludar a Mafalda, Susanita y Manolito. Por la tarde, nos dirigimos nuevamente al microcentro, esta vez, para ir al show de tango del café Tortoni, en donde nos encontramos con nuestro amigo, también miembro de Crema RUnners, Diego Bailly y sus padres. Luego del espectáculo, con los Bailly, salimos a recorrer nuevamente las calles del centro antes de regresar finalmente a descansar.


POSTALES DE LA CIUDAD DE LA FURIA 

Día 4: Temprano, desayunamos con Ary y su novia, amigos de Diany. Mientras ellos se quedaron departiendo, yo me trasladé al obelisco para reunirme con un grupo de cremas que también habían llegado a Buenos Aires para la maratón. Por algunas pequeñas descoordinaciones, no llegamos a juntarnos todos los que se suponía estaríamos, pero ahí con Diego Bailly por Crema RUnners y Jose Antonio Govea Souza con dos de sus compañeros del team Extreme Raqui Estrada y Paul Espinoza, también hinchas de la U, pusimos la presencia crema en la avenida 9 de Julio. Ya con Diany habiéndome dado el encuentro, nos dirigimos a la Expo Maratón en el parque Sarmiento para el recojo de kits de la carrera. En la Expo, mientras estábamos en la cola para las fotos respectivas frente a los letreros de la maratón, hicimos un nuevo amigo runner argentino, Juan Pablo Gonzalez, a quien esperamos ver nuevamente en un futuro cercano. Terminando en el parque, volvimos al centro para seguir caminando un poco y conocer, entre otros lugares más, la Casa Rosada antes de regresar a nuestro alojamiento.


POSTALES DE LA CIUDAD DE LA FURIA 

Día 5: Víspera de la maratón, así que ese día no nos alejamos mucho del alojamiento para pasar un día tranquilo a solo horas de cumplir el gran reto y desayunamos por el barrio nomás. Para el almuerzo, nos reunimos con Guty Fuentes y su esposa Ines Fatima, que habían llegado desde La Rioja porque Guty también iba a participar en la maratón. Mi amistad con Guty empezó de manera virtual hace más de dos décadas, en la prehistoria de internet, en los grupos de ciencia ficción de los foros de Microsoft. Aunque no nos conocíamos personalmente, nuestra amistad continuó al ver que no solo compartíamos el gusto por ese tipo de lecturas sino también por el running, por el cual, finalmente, pudimos conocernos personalmente como nos ha ocurrido con otros buenos amigos en esta visita. En la noche, fuimos a cenar con mi prima Hiroko (a quien finalmente conocía en persona después de más de cuatro décadas en que empezamos nuestra comunicación por carta y ahora por internet a través de las redes sociales) que había llegado de Areco adelantándose a Diego que nos iba a dar el encuentro el mismo día de la carrera.


POSTALES DE LA CIUDAD DE LA FURIA 

Día 6: La Previa. Salimos temprano del departamento para caminar los 2.7 km que nos separaban del punto de largada, entre las avenidas Figueroa Alcorta y Dorrego. Allí, nos encontramos nuevamente con Jose Antonio Govea Souza Raqui Estrada Paul Espinoza y el resto del team Extreme. Pero fue una grata sorpresa encontrar a alguien más con la camiseta de Crema RUnners Frank Melgarejo. Junto a los amigos de Extreme, realizamos la activación para luego acercarnos a los corrales correspondientes a esperar la cuenta regresiva para la partida.


POSTALES DE LA CIUDAD DE LA FURIA 

Día 6: La Partida y la Ruta. Dieron la largada a las 7:00 am, pero, al estar en el corral G, crucé el arco de partida unos cinco minutos después. A comparación de la de Lima, fue una ruta más tranquila, más plana. En parte de la ruta estuve al lado de Jose Antonio Govea Souza y los otros amigos de Extreme por algunos tramos y también con mi amigo Guty Fuentes y, en algún momento, con Diego Bailly. Fue una mezcla de sensaciones la que sentía mientras corría por esas calles escuchando, por supuesto, mayoritariamente el acento porteño a mi alrededor, pero, también, a muchos hablando y arengándose en portugués pues había un buen número de corredores brasileños. Más, lo que me causó alegría y emocionó fue que, a lo largo de la ruta, por momentos escuchaba voces con un inconfundible acento peruano pero, también, algunos argentinos, lanzando un “¡Arriba, Perú!”  o un “¡Dale U!”, “¡Eso, crema!” y hasta “¡Vamos, Aki!” porque habían leído el nombre en mi espalda. Por la emoción, había empezado más rápido de lo que había planificado previamente, de lo cual tomé conciencia ya a mitad de la ruta pues mi respiración se iba haciendo algo más agitada y mi ritmo ralentizando poco a poco. No iba a dejar que me volviera a pasar lo de mayo, así que, aunque ya no lograra hacer el tiempo que había pensado, cuidé mi paso para superar los 30 km del muro y los 34 km en que había abandonado en Lima y no parar hasta llegar a la meta. Esos últimos ocho kilómetros, los que no había completado la vez anterior, se me hicieron eternos, pero sentí un gran alivio cuando esos ocho se fueron haciendo siete, seis, cuatro, uno y, ya solo faltando los últimos 195 metros de los 42.195, ver cada vez más cerca el arco de la llegada.


POSTALES DE LA CIUDAD DE LA FURIA 

Día 6: La Llegada.  Luego de sufrir y gozar a la vez los cuarenta y dos kilómetros ciento noventa y cinco metros, llegamos a la meta y cruzamos el arco… ¡Reto cumplido! Aunque no haya sido un gran tiempo, completaba, ahora sí, mi tercera maratón sacándome ese clavo que tenía desde hace meses. Y, en esos metros finales, viéndome llegar, esperaban mis primas Ritsuko y Hiroko, Diany junto a Daniel y también Monica, todos compartiendo mi emoción por haber cruzado la meta, a quienes agradezco por compartir ese momento conmigo y estar ahí, alentándome. No podía faltar las fotos con ellos pero también con mi compañero del team Crema RUnners, Diego Bailly que había cruzado la línea de meta mucho antes que yo, demostrando su categoría como runner, ¡Grande, Diego!


POSTALES DE LA CIUDAD DE LA FURIA 

Día 6: La Celebración. Después de la maratón, Diany y yo nos fuimos a celebrar junto con mis primos Ritsuko, Hiroko y Diego (quien llegó con Marcela desde Areco ese mismo día), no solo por cumplir mi reto de haber terminado los 42k sino, especialmente, por este encuentro familiar. Y nada mejor que hacerlo en un lugar llamado “Tiempos de Reencuentro”, nombre más que apropiado para la ocasión. Allí, me desquité de todas estas semanas privado de comer carne por la carrera con una deliciosa parrilla invitada por mis primos. Y, para cerrar este día, por la noche fuimos al teatro porque, como dice Diany, haber estado en Buenos Aires y no ir siquiera una vez al teatro habría sido un pecado.

Fue un gran día de inolvidables momentos con las mejores compañías.


POSTALES DE LA CIUDAD DE LA FURIA 

Día 7: El Día Después. Ya relajado luego de la maratón, nos fuimos a pasear con Hiroko y Ritsuko. En la Boca, visitamos la Bombonera y su museo, también Caminito y, de ahí, enrumbamos al Puente de la Mujer en Puerto Madero. Luego de recorrer otros lugares más, terminamos en la librería El Ateneo.


POSTALES DE LA CIUDAD DE LA FURIA 

Días 7 y 8: Últimas treinta y dos horas. Después de desayunar, fuimos a despedirnos de Ritsuko y Hiroko (Diego ya se había regresado a Areco con Marcela el mismo domingo). Por la tarde,  luego de hacer las últimas compras, ya que no habíamos conseguido una reserva en el conocido “Don Julio”, nos fuimos a almorzar en un restaurant en Puerto Madero. Luego, le dimos el encuentro en su hotel a mi prima Patricia que había llegado de Lima con su mamá solo un par de horas antes. Nosotros ya estábamos por partir y Paty y mi tía Shigeko acababan de llegar para pasar unos días en Buenos Aires. Después de tomar un cafecito con ellas, volvimos a nuestro alojamiento para terminar de alistar nuestro equipaje y esperar la movilidad que nos iba a trasladar a Ezeiza. A las 7:30 am ya estábamos dentro del avión esperando el despegue. A las 10:00 am, hora de Lima, ya habíamos llegado y estábamos nuevamente pisando suelo peruano después de haber pasado una semana de lindos e inolvidables momentos. Muchas gracias Ritsu, Hiro, Diego, Marcela, Daniel, Eduardo, Monica, Mariano, Ary, Guty, Ines por esos momentos. Esperamos verlos pronto nuevamente

lunes, 12 de septiembre de 2022

CRÓNICAS MARATONIANAS

- Zona de concentración: “¡Cuánta gente! A ver, un último chequeo mientras hay tiempo: audífonos, celular con la música y la app de running lista, geles a la cintura, bandana puesta (¡ufff! No me gusta pero hay que ponérsela por el sudor), pasadores bien atados, no me vaya a tropezar y la ca…nción. Ahora, sí, ahí está Billy con la arenga al team, ¡Vamos, Crema rUnners!”

- Kilómetro 0: “Prepárate, ahorita ya dan la partida; pon la música, activa la app… ¡listo! 5…4…3…2…1… ¡Vamos! ¡Cuánta gente! Tranqui, suave nomás, anda con el grupo, nadie te puede pasar, ni puedes pasar a nadie por ahora, hay mucha gente… camina con ellos… trota con ellos…”

- Kilómetro 1: “¡Al fin! Ya tengo espacio para pasar a este gordito que ha estado delante mío por diez cuadras. Ahora sí… chau, gordito, nos vemos en la llegada”

- Kilómetro 2: “Despacio, no te apures. Vas muy rápido y todavía faltan 40, te vas a quemar. Anda al ritmo del plan”

- Kilómetro 3: “Ahí están Diego y Antonio. Vamos con ellos como en el entrenamiento”

- Kilómetro 5: “Así, vamos bien. Ese es el paso“

- Kilómetro 8: “Ya vamos un quinto de la ruta. Con paciencia”

- Kilómetro 10: “¿Éste que me está pasando no era el gordito que se quedó atrás al comienzo?… Suave nomás, deja que se vaya, sigue a tu paso”

- Kilómetro 12: “¿Foto? ¿De qué página será? Ya después pregunto o chequeo en el feis…”

- Kilómetro 14: “42 : 14 = 3… ¡ya un tercio de la ruta!… no falta mucho”

-Kilómetro 15: “Hola, gordito, ¿caminando ahora?… Ahora sí, nos vemos en la meta… chau”

- Kilómetro 17: “¡El faro! ¡Vamos, Crema rUnner! Éste es nuestro punto de entrenamiento sabatino, es nuestro territorio… ¡Vamos que el malecón es crema!”

- Kilómetro 18: “¡El mar! ¡Qué ganas de bajar y tirarse al agua”

- Kilómetro 19: “¡Mira! Mira esa camiseta. Salúdalo con el Succar challenge… jajaja… se picó. Ya, ya… chau nomás. Nos vemos en la meta… si es que llegas…”

- Kilómetro 20: “¿Ese no es el Cuto? ¡Vamos, Cuto! Solo te falta un kilómetro para terminar tus 21. ¡Fuerza! Más tarde vamos con los Crema rUnners a probar la sopa seca en tu restaurante… ¡Tengo hambreeeee!”

- Kilómetro 21: “¡Ya vamos a la mitad! ¡Fuerza!… pero, ¿dónde está la estación de hidratación?”

- Kilómetro 22: “¡Ayayay! Ya empieza la subida de nuevo. ¡Vamos! ¡Fuerza!”

- Kilómetro 23: “Tranquilo. Baja el ritmo. Respira. Vayan nomás, cremas. Ya los veré en la meta. Gracias por ir juntos toda la primera vuelta”

- Kilómetro 25: “Esos pasos me suenan conocidos. No, chato, ¿otra vez tú, el de la carrera del IPD? Ya, anda nomás, esta vez no voy a sentir roche de que me pases porque ahora ya sé que eres seleccionado nacional del equipo de talla baja… ¡Arriba Perú!”

- Kilómetro 26: “¡No! ¿La rodilla de nuevo? Calma… no te asustes. Baja un poco más el ritmo. Atento a la molestia, no te vaya a pasar lo de la primera vez”

- Kilómetro 30: “Ya son dos veces en la misma rodilla. No, yo no soy para 42, ¿Qué hago aquí? Me hubiera metido a 21 nomás. ¡Espera! ¡Oye, ¿qué estás pensando?! ¿Esta sensación es el muro del que hablan?… ¡No, no pienses en eso! ¡Vamos, que ya solo falta un cuarto de la ruta!”

-Kilómetro 32: “¿Cuánto vamos? Los élite ya deben haber terminado hace rato”

- Kilómetro 35: “¿Taxi? ¿Cuánto me cobrará un taxi hasta la meta?”

- Kilómetro 36: “¿Más fotos? Ya no, que estoy hecho una sopa”

- Kilometro 37: “De nuevo por el malecón… mira a esos que se han parado para tomarse selfies… vamos, tú sigue nomás”

- Kilómetro 40: “🎼Kilómetro cuarenta, un camino de tierra, 🎵el cielo azul anuncia un día de sol…🎶… ¿eh? ¿Yendo por la Panamericana ya estaría en El Silencio?… ¡quiero ir a la playa!”

- Kilómetro 42: “¿Dos cuadras más todavía para terminar? ¿Llegaré?”

- Kilómetro 42.195: “¡Llegamos! ¡Cuánta gente! Mira al frente… saca pecho, no te jorobes… levanta los brazos… sonríe a la cámara… ya, ahora otra con el Succar challenge antes de que apunte la cámara a otro lado”

- Pasando la meta: “¿Ya terminé? ¡Al fin! ¡Cuánta gente! Busca un sitio donde tirarte ¡Bien hecho, campeón!… Por favor, que no me levanten hasta mañana.

42.195

¡Reto cumplido! 42 kilómetros 195 metros completados. Mi segunda maratón después de tres años y cuatro meses. La primera vez fue para demostrarme a mí mismo que sí podía hacerlo, no importaba el tiempo que hiciera pero lo lograría, como sí lo hice. Esta segunda fue para quitarme ese pequeño sinsabor que me quedó la vez anterior (a pesar de la emoción de lograr finalizarla) por haber tenido que terminar caminando por momentos el último tercio de la ruta debido a una lesión en la rodilla… y también pude hacerlo; una corrida casi constante con una pequeña molestia pero más tolerable que la primera vez, con lo que me quité ese clavo y, aunque tampoco fue el que había planificado antes de la carrera y esperaba lograr, mejoré el tiempo de mi participación anterior.

Mientras recorría los últimos kilómetros antes de llegar a la meta, una arenga sonaba en mi cabeza “¿Quienes somos? ¡Crema rUnners!”… “¿Quienes somos? ¡Crema rUnners!”… Por mucho tiempo estuve saliendo a correr y entrenar por mi cuenta, yo solo. Por supuesto que me gusta la compañía de mis seres queridos y amigos pero hay momentos que disfruto en soledad, acompañado solamente de mis propios pensamientos y uno de esos momentos es cuando salgo a correr. Pero, desde hace unos meses, disfruto también hacerlo acompañado junto a este grupo al que me uní luego de conocerlo por casualidad a través de las redes y saber que compartían mi pasión por el mejor y más grande de los  equipos del Perú y por el running. Después de haber pasado año y medio inactivo por el confinamiento social de la primera parte de la pandemia y, luego, por un par de desafortunadas lesiones que sufrí cuando recién se volvía a tener libertad de tránsito, estuve poco más de un año entrenando, como siempre, en solitario, como solía hacerlo antes, sin mucha regularidad y, por eso, muy poco avance, hasta que supe de la existencia de un grupo de hinchas cremas que también les gustaba correr. Mi primera experiencia corriendo con ellos fue cuando organizaron “la primera carrera del hincha Crema”, luego vinieron “el trote de Lolo” y los madrugadores entrenamientos sabatinos en el faro de Miraflores y, ya formando parte del team, la Media Maratón de Lima. El entrenar con ellos me enseñó a mantener la constancia que necesitaba para completar retos como éste que acabo de cumplir; porque en este grupo está presente ese espíritu guerrero, esa característica garra crema que nos motiva y de la que estamos orgullosos como hinchas de Universitario de Deportes.

Pero, hay una persona que me acompaña desde que empecé a participar en estas carreras, desde mis primeros 5k. Madruga conmigo para acompañarme en la partida y esperarme en la meta. Es mi compañera de vida desde hace once años y desde entonces me apoya y alienta en mis locuras, como ésta de meterme a sufrir por cuarenta y dos kilómetros porque sabe que, luego del sufrimiento, llegará la alegría y satisfacción de haber completado el reto. Gracias por estar siempre conmigo.

Y habrá nuevos retos, pero, mientras vienen, seguiré disfrutando de este último luego de terminar exhausto pero satisfecho, diciendo nuevamente ¡Reto cumplido!

martes, 17 de agosto de 2021

OKĀ (MAMÁ)

Hace cinco años, el día que despedimos a papá, tú no pudiste estar presente para darle el último adiós al compañero y amor de tu vida porque la enfermedad que finalmente te ha apartado de nosotros ya había empezado su duro proceso y te impidió estar, en ese momento, en el mismo lugar donde te estábamos despidiendo a tí. Pero, ahora, papá y tú ya pueden estar juntos, reunidos nuevamente. 

Mientras escuchaba el responso, recordaba los momentos contigo. Momentos como ese cuando, por primera vez, papá se había ido a un largo viaje, largo no solo para un mocoso de cuatro años como era yo sino largo para cualquiera, porque había viajado al otro lado del mundo, a la tierra de sus padres, a la tierra donde había vivido su infancia y adolescencia. Tú estabas sentada a mi lado en el comedor viendo cómo le escribía mi primera carta, ayudándome a poner las palabras que aún no conocía sobre el papel en ese tiempo en que aún no existían los correos electrónicos ni las redes sociales y las comunicaciones podían demorar días, semanas o meses, como fue que demoró mi carta que el tío Yasu, no mi hermano sino el papá de Teruko, que se había quedado un tiempo más de visita allá donde se habían ido juntos, tuvo que traer y entregársela ya a su regreso. Momentos como esos cuando papá se pasaba un poquito en alguna celebración y tú te molestabas y lo regañabas como a un niño, como si se tratara de mis hermanos o de mí, pero luego estabas al pendiente de él hasta que se recuperara. O, cuando me acerqué a ustedes y les dije que iban a ser abuelos. Luego de un primer momento en donde vi sus caras de sorpresa, me hablaron, me aconsejaron y me apoyaron como siempre lo han hecho. 

En cada recuerdo que viene a mi mente, siempre están papá y tú juntos. Siempre cuidándonos, siempre engriéndonos, siempre aconsejándonos, siempre enseñándonos a ser buenas personas, buenos padres y, no se si en un futuro no muy lejano, quizás mucho menos lejano para mí que para mis hermanos, buenos abuelos.

Sé que, aunque ya no podías expresarlo (ya no tenías cómo decirlo), cuando él partió, su ausencia te dejó con un gran dolor, con un gran vacío. Pero, ahora, ya están juntos allá donde él te estaba esperando. Ya ese dolor de la separación terminó y están juntos nuevamente. Y, juntos desde allá, siguen viéndonos y cuidándonos. 

Gracias por tus cuidados, gracias por tus consejos, gracias por haber sido, gracias por ser, una gran madre pero también una muy buena amiga.

Por favor, sigue cuidándonos. Te amamos.

miércoles, 18 de marzo de 2020

RETOMANDO EL BLOG EN TIEMPOS DEL CORONAVIRUS

Recopilo aquí, una lista de frases y comentarios memorables (¿o, más bien, para el olvido?) escuchados o leídos en estos días de cuarentena y aislamiento social decretado por el gobierno que no podía dejar de compartir con ustedes:


- Hola. Una pregunta, ¿han visto gente haciendo deportes en las calles con normalidad, digamos por el Pentagonito? (Un dizque runner preguntando en un grupo de vecinos en el Facebook. Éste, más que ejercitar su cuerpo, necesita ejercitar su cerebro).

- Es solo un poco peor que una gripe. De una gripe todos los años se muere gente (...) Si nos deportan a España, a Perú no volvemos y vamos a dar malas referencias de este país. (Declaraciones de una turista española o, simplemente, una gilipollas, según la acertada descripción de su compatriota Mister Chip)

- ¿Dónde están los fiscalizadores de la municipalidad? ¡Deberían intervenir inmediatamente ante este abuso! ¡No nos quieren vender cigarrillos a los fumadores! (Un indignado consumidor de humo y alquitrán preguntando en un grupo de vecinos en WhatsApp. ¿”¡Fumadores... unidos... jamás serán vencidos!”? ¡Ja! Que sea adictivo y no puedan dejar el vicio no lo convierte en producto de primera necesidad).

- Ayúdenme a salir de Italia. Todo está cerrado aquí. Necesito cruzar la frontera para llegar a España y tomar un vuelo a Japón. Tengo presentaciones ahi. (Cantante de cumbia peruano lamentándose que va a perder plata si acata la cuarentena italiana. Al final, llegó a volar a Japón donde se pasea a sus anchas mientras en Perú otro cantante con el que estuvo en su “odisea italiana” acaba de dar positivo en Covid-19).

- ¡Muchas gracias por su labor en la situación que vivimos, a nuestros médicos, enfermeras, policías y militares, nuestros verdaderos héroes! ¡Gracias totales! (Reconocimiento en las redes a esos héroes anónimos que nos están cuidando en este difícil momento. Ésta sí es para recordar siempre. ¡GRACIAS!).

sábado, 16 de febrero de 2019

PATRÓN DE SINTONÍA 2

BUENOS DÍAS, PERÚ y amigos de los CINCO CONTINENTES (¡Qué tal alucinado! ¿no?... jajajaja) o, "Hi, everybody!!!", como decía Mr. Johnny, uno de los personajes de Rulito Pinasco en EL SHOW DE RULITO Y SONIA. Desde que publiqué el post "Patrón de sintonía" en este blog, la idea de escribir una segunda parte estuvo CAMPANEANDO en mi cabeza y he aquí el resultado de dicho TRIKI TRAK mental (¡Ah! Recién me doy cuenta de dónde salieron EL TORNILLO y LA TUERCA que acabo de recoger).

Como en la primera parte, aquí continúo recordando LOS MAGNÍFICOS años en que, con televisores BLANCO Y NEGRO, que después, ENHORABUENA, fueron reemplazados por los primeros aparatos a color llegados al país, teníamos la opción de tan solo tres canales pero veíamos una programación más interesante y sana que la de ahora. 

Como una SOMBRITA, una pequeña sombra, que se va haciendo más grande y nítida, aparece en mis recuerdos la imagen de un personaje FANTASMAGÓRICO que, a pesar de verse y llamarse así (por lo menos, con la traducción y el doblaje mexicano) es el héroe de la serie en donde COMBATE episodio a episodio al maléfico Doctor Zero y su fiel pero torpe lugarteniente Gorgo que, no sé por qué, me recordaba al conde Nylon de LA PRINCESA CABALLERO; quizás sea por lo ESTRAFALARIO de su apariencia con las larguísimas narices que les habían creado sus dibujantes.

Así como pasaba con la televisión de esa época, EL MUNDO DE LOS NIÑOS también era más simple y sano entonces porque, luego de regresar del colegio y terminar los deberes, se podía salir a jugar con LA PANDILLA del barrio a pelotear y soñar con ser un GIGANTE DEPORTIVO como nuestros ídolos que veíamos en esa pantalla o en las páginas de Ovación o El Gráfico.

Pero, al igual que con las series de aventuras y lo que ahora llaman animes (que en esos tiempos llamábamos simplemente dibujos, ya sean japoneses, gringos o del origen que sea, sin hacer diferencia), mi PULSO también se aceleraba cuando tenía, FRENTE A FRENTE, los monstruos de las historias de los VIERNES DE TERROR (siempre que el Gran H y Mrs. T me dejaran estar despierto hasta esa hora, claro). LO INCREÍBLE era que, siendo películas de décadas atrás (antiguas aún para el momento en que las estábamos viendo), siempre tenían en vilo a la teleaudiencia manteniéndola HECHIZADA frente al televisor.

Como unos AUTOS LOCOS, más recuerdos siguen atropellándose por aparecer en este TESTIMONIO, pero ésto ya podría ser más adelante en un posible tercer capítulo, así que eso es todo por HOY y, como decía Don Augusto Ferrando Chirichigno en su recordado TRAMPOLÍN A LA FAMA, "un comercial y regreso".

miércoles, 18 de julio de 2018

NOSTALGIA UCHINĀNCHŪ 

Hasta ahora, no había publicado fotos en este blog, pero siempre hay una primera vez y qué mejor que hacerlo acompañando con ellas una nota sobre mi viejito, el Gran H. Originalmente, era sólo un post en mi Facebook pero quise compartirlo por aquí también agregándole unas líneas más. 

El Gran H en sus tiempos de sumotori, luchador de sumo okinawense. A diferencia de la versión de sumo más conocida, en el sumo okinawense no es necesario luchar semidesnudos usando taparrabos, sino con un karategi o judogi basta, ni tampoco ser una mole de 150kg, aunque el tamaño ayuda, dicen que "mas vale maña que fuerza" y él lo demostró muchas veces. Aquí, pesando menos de lo que peso yo ahora (él me decía que cuando era sumotori estaba en unos 65kg.) recibiendo uno de los varios trofeos que ganó compitiendo no solo acá, sino también representando a la colonia okinawense del Perú en el extranjero.

Lamentablemente, no llegué a verlo luchar, pero sí pude acompañarlo cuando ya fungía de árbitro en los torneos que se realizaban en el antiguo Coliseo Nacional cerca a El Porvenir en La Victoria, antes de que el AFO (Asociación Fraternal Okinawense), ahora AOP (Asociación Okinawense del Perú, tuviera su propia sede deportiva en la urbanización Mayorazgo en Ate, a donde se trasladaron esos torneos junto con los campeonatos de fútbol y voley inter shi, cho y son, además de empezar luego con los de gateball. 

(Gracias a mi tocayo y primo Jose Luis Nakamoto por las fotos)

jueves, 22 de febrero de 2018

PATRÓN DE SINTONÍA 

Conversando por Whatsapp con unos buenos amigos, recordábamos los programas y series de televisión que veíamos en la época de nuestra niñez y adolescencia. Estábamos manteniendo un diálogo a través de nuestros smartphones, que pueden tener aplicaciones en las que es posible ver decenas de canales de todo el mundo, acerca de una época en que, a través de nuestros televisores blanco y negro con su antena de conejo, sólo teníamos la opción de tres canales locales pero que nos ofrecían una programación más divertida, más interesante y, sobre todo, más sana.

En nuestra conversación, recordábamos, como PEQUEÑOS TRAVIESOS ingresando a un TÚNEL DEL TIEMPO, LOS AÑOS MARAVILLOSOS en que la televisión era esa PEQUEÑA MARAVILLA que nos conectaba con una DIMENSIÓN DESCONOCIDA. DÍAS FELICES en que ESPERábamos impacientes la hora en que las imágenes en la pantalla nos llevarían a un VIAJE AL FONDO DEL MAR o a una TIERRA DE GIGANTES, entre otros lugares, haciéndonos emocionar, soñar, divertir pero, sobre todo, sentir ser parte de un mundo FANTÁSTICO por media hora, una hora o lo que durara cada uno de nuestros programas favoritos.

Eran DÍAS FELICES en que, luego de terminar los deberes escolares, esperábamos ansiosos que den las siete de la noche para, por el canal siete, ver a nuestro héroe ULTRASIETE luchar contra unos MONSTRUOS DEL ESPACIO que venían a conquistar nuestro planeta y vencerlos luego de un espectacular COMBATE lleno de llaves, patadas voladoras y rayos productos de unos muy simples efectos especiales pero que nos emocionaban a tal punto que, al día siguiente, eran tema de conversación durante los recreos junto con los goles de los partidos del fin de semana. 

En algunas ocasiones, podíamos soñar con ser tripulantes de un OVNI en un interminable VIAJE A LAS ESTRELLAS o, en otras, deseábamos convertirnos en EL HOMBRE INVISIBLE para escondernos de mamá cuando nuestros duelos como WYATT EARP o MAVERICK o nuestras carreras con los AUTOS LOCOS causaban un muy “pequeño desorden” entre los adornos de la sala. 

No eran épocas de BONANZA pero sí de alegría y sana diversión que compartía con toda MI FAMILIA cuando papá llegaba del trabajo y, él también, disfrutaba tanto como nosotros mientras esperaba su noticiero, celebrando y entendiendo nuestras CHIQUILLADAS, porque, como tiempo después entendí, PAPÁ LO SABE TODO.

martes, 26 de diciembre de 2017

DIVAGANDO 2

- Si el hombre es imperfecto y dios creó al hombre a su imagen y semejanza... ¿eso qué quiere decir?

- Otra: si el hombre es imperfecto, ¿dios lo ensambló en una fábrica china?... ¿o dios es un cuento chino? (disculpen mis amigos creyentes, pero no me pude aguantar eso último)

- Alguien dijo: "PIENSO, luego existo"... Entonces, ¿existe de verdad el hombre?

- Si “la inteligencia es poder”, ¿estamos todos equivocados respecto a Trump?

- ¿Por qué no puedo usar los cuatro últimos dígitos de π como contraseña?

- Si el mundo no es PLANo sino REDONDo, ¿por qué se le llama PLANeta?

- No entiendo cómo hay gente que no puede dejar ni un momento sus redes sociales... (un minuto, voy a twittearlo y a publicarlo en mi estado del Facebook)

- Si la inmaculada concepción fue el 8 de diciembre y el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre, entonces, ¿su período de gestación duró 17 días? ¿o 1 año y 17 días?

- Los japoneses son tan pegados a la letra que todos los 25 de diciembre sus “love hotels” se llenan de parejas desde que les dijeron que la navidad es un día en el que se celebra el amor.

- Cuando un Jedi va al baño, ¿le desean que la Fuerza lo acompañe?

- Dicen que llevar una pata de conejo trae suerte. Ayer me invitaron un conejo a la parrilla... y él llevaba cuatro consigo.

- La estrategia de los gobernantes romanos era darle al pueblo pan y circo. ¿La de los políticos peruanos es ser ellos el circo?

- Otra: ¿Por qué dicen que la política es un circo? ¡Nos están malogrando el negocio a los opinólogos de feisbuk!... (¡Pase, caballero, pase... hoy, dos funciones, dos...!)

- “Dije que ya no iba a hablar nunca más de ese tema pero su actitud me obliga a hacerlo. ¡Esa persona no tiene palabra!...” (¡PLOP!)

- GOBERNABILIDAD: Capacidad de perro, gato y pericote de comer de un plato servido por el pericote, sin necesidad de la presencia de un San Martín de Porres.


lunes, 3 de abril de 2017

DE FRASES Y REFRANES

Todos sabemos que hay muchas frases y refranes muy conocidos producto de la sabiduría popular. Los escuchamos en la vida diaria de manera tan frecuente que los aceptamos como verdades irrebatibles sin percatarnos de que hay entre ellas muchas que se contradicen. Pero eso no quiere decir que quienes las formularon se hayan equivocado en sus conclusiones o en su apreciación de la vida, sino que, justamente, la vida es así, como en el caso de esos refranes, contradictoria; todo depende de en qué situación uno se encuentre para aplicar o hacer caso a uno u otro.

Aquí, un pequeño listado que he recopilado de algunas páginas de internet que tocaron este tema antes que yo.

- "No hay mujer fea sino mal arreglada" vs. "La mona, aunque se vista de seda, mona se queda"
- "A quien madruga, dios le ayuda " vs. "No por mucho madrugar, amanece más temprano"
- "El que la sigue la consigue" vs. "Tanto va el cántaro al agua que termina por romperse"
- "La intención es lo que cuenta" vs. "El infierno está empedrado de buenas intenciones"
- "Más vale pájaro en mano que ciento volando" vs. "Quien no arriesga no gana"
- "En boca cerrada no entran moscas" vs. "El que calla otorga"
- "Hierba mala nunca muere" vs. "No hay mal que dure cien años"
- "Piensa mal y acertarás" vs. "El ladrón piensa que todos son de su condición"
- "Perro que ladra no muerde" vs. "Cuando el río suena, piedras trae"

Pensaba poner comentarios acompañando cada par de refranes igual como hice en algún artículo anterior pero decidí no hacerlo porque en boca cerrada no entran moscas. Además, ya se hace tarde y tengo que irme a dormir para ver si madrugando dios me ayuda... ¡Ah, no! Cierto, yo soy agnóstico... ¡ups!

jueves, 16 de junio de 2016

OTÔ (PAPÁ)

Hace ya más de un mes que partiste y este domingo va a ser el primer día del padre en el que no estarás con nosotros. Sí, porque esta vez es muy distinta a las otras cuando estaba yo al otro lado del mundo pero sabía que podía tomar un teléfono y llamar a la casa para saludarte y desearte un feliz día esperando regresar para darte todos esos abrazos por cada día del padre que estuve lejos. Ahora, no podré, no podremos, verte o llamarte, ni esperar darte un abrazo en tu día.

El día de tu despedida, aún sin estar presente, me hiciste, una vez más, aunque a mí nunca me haya gustado, hablar en público, como para cada ocasión o evento especial en la familia, porque, como tu chõnan, tu chakushi, tu primogénito, me correspondía hablar en tu representación... al menos, eso era lo que decías, pero los dos sabemos que era porque a tí te gustaba mucho menos que a mí hacerlo, ¿no? Pero, esta vez, no lo hice por obligación, lo hice porque quería compartir, con los que nos  acompañaban ese día, algunos recuerdos que, hasta ese instante, eran solo nuestros, ni mamá, ni mis hermanos, ni mi hijos o tus otros nietos participaron de esos momentos que fueron solo tuyos y míos y quería compartir, especialmente con ellos, esos recuerdos.

Recuerdos de los tiempos en que Yoshi aún no nacía y mamá y tú no tenían a Yasu ni siquiera en proyecto. Como cuando vivíamos en El Porvenir y me llevabas a ese inmenso parque, que en ese tiempo aún era zona de recreación infantil y en donde para época de fiestas instalaban juegos mecánicos. Te subías conmigo al carrusel y me montabas en uno de los caballitos porque sabías cómo me gustaban, parándote tú a mi lado durante toda la vuelta cuidando que no me cayera. También, de nuestros tiempos en ese barrio, cuando habías dejado de participar en los torneos de sumo okinawense como sumotori pero lo hacías ya como árbitro y, aprovechando que vivíamos a sólo unas cuadras del antiguo coliseo nacional en donde se hacían los combates de catchascan que veíamos en el televisor blanco y negro a tubos que teníamos en la casa pero también esos torneos de sumo, me llevaste a verte arbitrar, algo de lo que mis hermanos no pudieron ser testigos porque, cuando ellos nacieron, tú ya te habías retirado de esa labor.

Esos fueron los recuerdos que compartí en tu despedida pero tenemos tantos más, ¿no? Como esa vez que fuimos a la playa solos tú y yo, cuando la bajada a La Herradura me parecía un viaje interprovincial. Entramos al Restaurant Suizo para tomar un lonchecito. Al regresar a la casa, mamá se molestó contigo porque llegué con un gran dolor de barriga producto de todo el helado que me dejaste comer como mi "lonche" mientras tú tomabas tu cafecito y comías tu sánguche. Regresé con un dolor de estómago pero con el corazón contento por haber tenido mi primera "salida de hombres" con mi papá. Al recordar cómo me engreías permitiéndome comer todo lo que te pedía, recordé también cómo, en los últimos tiempos, por tu enfermedad, no podía hacer lo mismo contigo y tenía que prohibirte comer mucho de lo que te gustaba. Perdóname por eso, papá.

¿Recuerdas esa navidad, la última en la que iba a tenerlos a mamá y a tí para mí solo, porque Yoshi nacería unos meses después y ya seríamos cuatro celebrando la del año siguiente? Yo quería esperar despierto hasta la medianoche porque deseaba ver a Papá Noel cuando llegara con mis regalos. Recuerdo a mamá y a tí sentados conmigo en el comedor mientras yo veía impaciente cómo se movían las agujas del reloj  (porque, para entonces, ustedes ya me habían enseñado a ver la hora) hasta ubicarse ambas señalando arriba, hacia el número 12. Las doce, las doce y cinco, las doce y quince y no llegaba Papá Noel. Me quedé dormido triste sentado a la mesa y me llevaste cargado a mi cama; claro, aunque estaba dormido, sé que fuiste tú, porque mamá ya estaba cargando a mi hermanito en su barriga. Las imágenes de la mañana siguiente ya no son tan claras en mi memoria, me recuerdo comentando con mi amigo de la casa del frente, a quien todos llamaban "el chino" a pesar de que yo era el único mocoso del barrio con ojos rasgados, que Papá Noel no había llegado a mi casa pero, de alguna manera, recibí mis regalos.

El tiempo fue pasando, nació Yoshi y, años después, Yasu. Al ir creciendo y, con la presencia de mis hermanos, ya no era yo sólo tu hijo, sino tu hijo mayor, tu chõnan, tu chakushi y el hermano mayor, el oniichan, el nînî. Nuestra relación se fue haciendo más seria y vertical, porque tenía que aprender la seriedad y responsabilidad que significaba ser el chakushi de un chakushi, donde la cabeza de familia es el que siempre tiene la última palabra pues es quien vela por todos, como te inculcaron según la tradición de los uchinaanchu, los okinawenses, criados a la antigua. Tuvimos nuestros desencuentros por ese motivo, pero, a pesar de ellos, siempre podía tener la seguridad de que estarías para darme tu apoyo tanto en los momentos buenos como en los otros. Sí, podías tener tus defectos como todo el mundo, por los que muchas veces, lo admito, perdía yo la paciencia, pero siempre te preocupabas por todos. Sí, porque cuando yo estuve ausente, al otro lado del mundo por varios años, tú asumiste nuevamente el papel de padre, esta vez con mis hijos, tus nietos, por eso, lo dije en tu despedida y lo repito ahora, tú fuiste un gran abuelo y un mejor padre que lo que pueda yo soñar ser.

Yo fui testigo de cómo hacías renegar a mamá por tu carácter y tu crianza "demasiado" uchinaanchu. Pero, también, fui testigo del amor y la preocupación que sentías por ella. Fui testigo de la vez en que, teniendo a mamá ya postrada en cama por su enfermedad, no pudiste ocultar más la impotencia que sentías al saber que su mal no tiene cura... fui testigo de tu llanto parado al lado de su cama por eso. Fui testigo también de que, incluso en tus últimas horas con nosotros, estabas muy preocupado por su salud, más que por la tuya, pues entraste a su cuarto para acompañarla un momento y preguntarle a su enfermera si la veía mejor, antes de irte a dormir a tu cama. Esa noche, te fuiste a tu cama para, por la madrugada, irte en silencio mientras dormías.

Has partido, ya no estás aquí con nosotros, ya no te podremos saludar este domingo por el día del padre, ya no te podremos abrazar, pero sí podremos recordar nuestros momentos contigo, recordar los momentos buenos... y los momentos buenos, porque, con un buen padre, buen abuelo y buen esposo solo hay momentos buenos que recordar. Gracias por todos esos momentos, gracias por todo, papá.

Hasta pronto, otô. Cúidanos (como lo has hecho siempre)

miércoles, 30 de diciembre de 2015

¡VETE!

No puedo decir que fue inesperada; inesperada no, pero sí sorpresiva. Tu llegada hace unos días me ha tenido en un estado de inenarrable depresión sin ánimos de hacer nada. Prácticamente, desde que llegaste, estoy esperando que te vayas lo antes posible y vuelva la tranquilidad a mi vida. Me duele mucho decirlo y lo hago con un nudo en la garganta que me hace difícil articular palabra, pero tu insoportable presencia ha causado que las lágrimas no cesen de brotar de mis ojos, quizás tenues pero, aún así, constantes, nublándome la visión y la razón. Eres el motivo por el que personas cercanas a mí me eviten y que, por ésto, para no perjudicar a otras, yo también he tenido que mantenerme distante de ellas. Sí, lo admito, tu presencia me quita la respiración, tu presencia hace mis reflejos más lentos, tu presencia me atonta, tu presencia me afecta demasiado. No, no te confundas, no es que tenga sentimientos encontrados por tí, no. El único sentimiento que puedo tener por tí es el de rechazo, pero tú no lo entiendes e insistes en volver. ¿Por qué te empecinas en torturarme de esta manera?  ¿Por qué no me dejas tranquilo? ¿Por qué no te vas de una vez, gripe maldita?

jueves, 3 de septiembre de 2015

BEAM ME UP, SCOTTY!

Hace unas semanas estuve en la Feria del Libro de Lima en donde, entre otras adquisiciones de tipos y autores muy disímiles, compré una novela de título "La noche de los trekkies vivientes". Ésta pasaba desapercibida para todos los asistentes a la feria que caminaban cerca a la mesa en donde se encontraba en exhibición junto con otras publicaciones del mismo tipo: libros de edición barata en papel bulky, con una carátula cuyos dibujos recordaban el estilo de las pequeñas novelas del oeste norteamericano escritas por el español Marcial Lafuente Estefanía para la Editorial Bruguera y que, vagamente, recordaba en mi niñez verlas ávidamente leídas por mi madre.... ¿o era alguna de mis tías o tíos? (¿o quizás todos ellos?). Pero, en dicha carátula no había imágenes de vaqueros o pistoleros sino la faz del Sr. Spock desfigurada como uno de los zombies de la película "El regreso de los muertos vivientes" o del videoclip de la canción "Thriller" de Michael Jackson. Ésto, además del título, hizo que, justamente, el espíritu trekkie que permanecía dormido en mí hace ya tiempo despertara del largo sueño en el que se había sumido obligado por otros temas y asuntos a los que las responsabilidades les iban asignando mayor importancia que a ese universo "... donde ningún hombre ha ido jamás..." ("... where no man has gone before...") y, sin pensarlo dos veces, lo tomé dirigiéndome a la caja para pagarlo.

Debo reconocer que, al igual que mi pasión por Star Trek, también había sido relegada a un segundo plano la que sentía por la lectura, excusándome, además de los motivos del primero, en la falta de tiempo que, en realidad, estaba usando en un vicio que afecta a muchos tanto como a mí: internet. Pero ese bichito que tiene dentro todo el que sabe lo que es disfrutar del placer de la lectura y que hace que uno pierda la noción del tiempo cuando ingresa a una librería y se ponga a revisar título por título aunque al final no vaya a comprar nada, tan igual como algunas mujeres lo hacen en tiendas de ropa o zapatos, hizo que me dirigiera al parque de Los Próceres, lugar donde se había afincado la feria por dos semanas. Mi intención era, como se me había hecho costumbre en los últimos tiempos, solo la de ver títulos nuevos y recordar antiguos, disfrutando, como un niño en una dulcería, de encontrar tantos libros en un solo lugar. Recorriendo los diversos puestos, me animé a comprar algunos, entre ellos éste que hizo que me pusiera como un ferengi frente a una barra de oro prensado latinum al verlo (sí, lo sé, aún cuando escribo, mi espíritu trekkie me gana).

Al llegar a casa, no fueron los dos tomos de las Antimemorias de Bryce Echenique que también había comprado los que cogí primero para leer, a pesar de que, desde que fueron publicadas, siempre se me había pasado por la mente adquirirlas en algún momento, sino ese modesto libro de un par de autores desconocidos para mí que encontré de casualidad realizando esa impensada pequeña cacería literaria en un parque de Jesús María. Desde que empecé a leer la primera página, volví a sentir la sensación, que casi había olvidado, de sumergirme en un mundo imaginado por sus autores viviendo cada una de sus escenas y diálogos. No es que sea para nada una obra de arte, pero esta conjunción de dos de mis pasiones me atrapó, a pesar de no ocurrir exactamente en el universo de Star Trek, sino en un universo trekkie, o sea, de fans de Star Trek, donde los protagonistas son justamente eso, trekkies, y no los personajes de las series y las películas de las diferentes sagas que ha tenido esta franquicia. Quizás eso haya sido lo que me atrapó, el sentirme de algún modo identificado con los personajes del libro (los que no me conocen en persona ya se estarán imaginando lo nerd que debo ser, ¿no?), haciendo que vuelva a dedicar a la lectura buena parte del tiempo que usaba para navegar por el ciberespacio.

Aunque para mí son unos desconocidos, le doy las gracias a Kevin David Anderson y Sam Stall que, con esta novela que muchos podrán mirar por sobre el hombro, han hecho que deje de ser un ciberzombie y vuelva a gozar de tener un libro en las manos (ya empecé con el primer tomo de las Antimemorias de Bryce, "Permiso para vivir", y luego, por supuesto, continuaré con el segundo, "Permiso para sentir").

Larga vida y prosperidad (Live long and prosper)

miércoles, 16 de julio de 2014

FOTOS, PAÑUELOS Y FACEBOOK

- ¡Mira la foto! ¿No es Norma, la ex de Pepe?

Estábamos hojeando un álbum de fotos llenas de caras que parecían familiares (por los ojos rasgados y, muchas de ellas, con facciones "uchinanchu" como las de nosotros), pero que, la verdad, nos eran completamente desconocidas... hasta que llegamos a esa foto. Era una como muchas de tantas fotos de "dekasegis" tomadas en sus centros de labores (la mayoría de ellos, fábricas) en Japón, a donde habían llegado a trabajar, desde fines de los 80 y comienzos de los 90, procedentes del otro lado del Pacífico en busca de un mejor futuro económico que, en ese tiempo, no se veía muy factible en sus países de origen. Era un grupo de chicas y algunos muchachos con sus uniformes de trabajo frente a lo que parecía ser la puerta de entrada del local, posando sonrientes para la cámara.

Yo no conocía a Norma pero Charito, quien era, más que mi prima o mi comadre, mi onechan (mi hermanita mayor), sí la conocía y, por supuesto, sabía que era la ex de nuestro primo.  Pero, lo que me sorprendió fue que nuestra anfitriona, mi prima Ritsuko, nos confirmara que sí era Norma y que, tanto ella como su hermana Hiroko, también conocían a Pepe. ¿Qué tiene eso de sorprendente? Mi sorpresa se debía a que estábamos en casa de una prima de mi papá en Areco, Argentina, viendo una foto tomada en Kanagawa, Japón, hablando de un sobrino de mi mamá de Lima, Perú. ¿Cuál es el porcentaje de probabilidades de que una prima mía por el lado paterno argentina y un primo mío por el lado materno peruano, que nunca antes habían salido de sus países, se conozcan en un país que no era ni Argentina ni Perú, al otro lado del mundo?

Ahora, tanto Pepe como Charito ya no están con nosotros y, aunque, prácticamente, desde esa visita a Areco, no tengo contacto con ellas, he llegado a ubicar por el Facebook a mis primas argentinas y su hermano menor. Aparte, he visto que Norma está entre los contactos de algunas de mis amistades, ademas del hermano y de la hija de Pepe y que ha publicado un par de comentarios en la página de "Hijos de Okinawa" de la cual también soy miembro. Y, así, mediante esta red social, me he enterado de que varios de mis amigos y parientes están relacionados familiar o amicalmente con otros con los que yo ni me imaginaba que podían conocer.

¿Habían escuchado la frase "el mundo es un pañuelo"? Actualmente, ese pañuelo ya no es el mundo sino que se llama Facebook y es algo que no creo que sorprenda a muchos. Pero, lo que, desde entonces, me dejó y me mantiene con la impresión de sorpresa, es cómo Pepe, Norma, Hiroko y Ritsuko pudieron conocerse, en un tiempo en que la gente común aún no sabía qué era la Internet y, mucho menos, las redes sociales... el mundo siempre fue un pañuelo, ¿no?

lunes, 9 de junio de 2014

OJĪ CHONCHÓN

- ¿Aún no estás listo? Cámbiate de una vez que nos vamos a la casa de tu padrino a visitar al "ojī chonchón".

Creo que la mayoría de sus nietos no supimos el nombre del abuelo sino hasta el día en que falleció; por lo menos, yo me enteré de que su nombre era Ushi ese día. En mis recuerdos lo tengo como un viejito bonachón que, cada vez que alguno de nosotros iba a visitarlo, lo recibía en la puerta tomándolo como para bailar una polka o un pasodoble y empezaba a cantar alegremente "chonchonchón, yo tuve Cantón... chonchonchón, yo tuve Machu Picchu...". Nunca supe (y creo que ni mis primos y tampoco mis tíos) qué significaba "chonchonchón", aunque me sonaba como la onomatopeya de un sanshin desafinado. Tampoco supe por qué decía que "tuvo" esos lugares, quizás quería decir que "estuvo" allí imaginariamente... pero, ahora, donde no está es aquí para poder preguntárselo. Lo que sí sé es que, por esa costumbre suya, para toda la familia era el "ojī chonchón", algo que él celebraba; pero, a mi abuela, según me contó un primo (pues yo nunca me dí cuenta), no le hacía mucha gracia cuando se referían a ella como la "obā chonchona", justamente, por esta gracia del abuelo.

El "ojī chonchón" había llegado al Perú enviado por su madre cuando aún era un adolescente porque decía que prefería tener a su único hijo lejos pero vivo que cerca pero con la angustia de saber que podía ser enrolado en el ejército (como les pasó a muchos jóvenes en esa época) y perderlo en la guerra. Muy a su pesar, nunca pudo volver a Okinawa y siempre se lamentó de no haber estado con la bisabuela para cuidarla y encargarse de ella, me contó alguna vez mi madre.

Dos de las cosas que más recuerdo de él son su inseparable sombrero y la peculiar manera en que tomaba su cerveza. Usaba un sombrero de fieltro al estilo "Indiana Jones", aunque, como en ese tiempo aún no se conocía a dicho personaje cinematográfico, yo lo comparaba con los sombreros de los vaqueros de las películas y series que veía en el televisor blanco y negro que teníamos en casa. Con este sombrero ocultaba su calvicie, inconfundible sello Kanagusuku porque todos sus hijos (hermanos de mi mamá) y algunos de sus nietos heredaron (¿"heredamos", debería decir?... hmmm, no, creo que aún tengo esperanzas) esta característica del ojī. Él asumía su calvicie con resignación y humor afirmando que había dejado de comprar productos para la caída del cabello cuando se dio cuenta de que el farmacéutico que se los vendía tenía menos pelo que él; además, reflexionaba, "¿cuándo se ha visto un burro calvo?". Cada vez que íbamos a visitarlo o cuando él nos visitaba a nosotros, al sentarse a la mesa, le ponían (ya sea mi madre o alguna de mis tías) su botella de cerveza y al lado un termo con agua caliente... ¿para qué? Para servírselo en un vaso combinando cerveza y "oyū" y tomarlo tibio. Según él, hacía mucho tiempo, un médico de esos antiguos le había recomendado tomar la cerveza de esa manera como remedio para algún mal renal que había sufrido y desde entonces se le quedó tal costumbre.

Hace ya más de tres décadas que el "ojī chonchón" no está para alegrar a sus nietos con su, más que inentendible, indescifrable canción y su divertido baile, ni recibiendo las miradas extrañadas de quienes por primera vez lo veían sentado con su botella de cerveza y su termo al lado disfrutando, sólo como él podía hacerlo, de su vaso de cerveza tibia. Salud, ojī, usted con su cervecita tibia pero yo con una "chelita bien al polo".

domingo, 1 de junio de 2014

DIVAGANDO

- Si Perú en portugués (Peru) y Turquía en inglés (Turkey) significan lo mismo: pavo... entonces, ¿podemos decir que peruanos y turcos somos paisanos? 
- Si el masculino de Juana es Juan, el de Fernanda es Fernando... entonces, ¿el masculino de Ana es...? 
- Si los ateos creen que dios no existe... entonces, ¿no serían ellos también creyentes? 
- Si santo Tomás dijo "ver para creer"... entonces, ¿no se le debería considerar patrono de los agnósticos? 
- Si dios nos hizo a todos, blancos, negros, amarillos, cobrizos, a su imagen y semejanza... entonces, ¿dios sufre de vitiligo? 
- Si, según la creencia hindú, en la siguiente reencarnación, uno paga y sufre las consecuencias de la anterior... entonces, ¿los políticos reencarnarán en choferes de Orión... o viceversa? 
- Si el dios de los cristianos, los judíos y los musulmanes es el mismo... entonces, ¿será el primer caso documentado de personalidad múltiple? 
- Si los perros ovejeros cuidan de las ovejas... entonces, ¿por qué los osos hormigueros no hacen lo mismo con las hormigas? 
- Si los perros lobo son el cruce de perro con lobo... entonces, ¿los escarabajos rinoceronte son...? 
-  Si Roberto Carlos cantaba "...quiero tener un millón de amigos"... entonces, ¿ahora estará muy contento con su Facebook? 
- Si las máquinas se han inventado para facilitarnos la vida... entonces, ¿por qué sus fabricantes nos la quieren complicar con los manuales de usuario? 
- Si la droga hace perder la memoria... entonces... entonces... ¿qué seguía...? 

domingo, 9 de febrero de 2014

EL TWIST DE MI COLEGIO

Antes:

Casi medianoche en la casa del subdirector:
- Amor, ven a dormir, ya es muy tarde y mañana tienes que ir temprano a trabajar.
- Sí, querida. Sólo un rato más. En todo este tiempo el colegio nunca tuvo un himno y quiero que, con éste, no sólo los alumnos sino todos nos sintamos orgullosos de ser parte de él. Ya termino. A ver, ¿qué te parece?...

Ahora:

Mediodía en el auditorio del plantel. Conversación entre dos "educadores":
- ¡Chesssu!... ¿A qué hora terminará de hablar esta expositora? Las clases todavía empiezan la próxima semana y nos citan aquí para esta capacitación... y yo que quería irme a la playa.
- Sí, pues. Yo me estoy perdiendo mi pichanguita de los viernes por escuchar esta charla de... ¿de qué era?...

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Antes:

Conversación entre dos madres de familia al comienzo del año escolar:
- ¿Te enteraste? La profesora de mi hija se ha ido a ese colegio y ya no va a seguir aquí.
- ¡Qué pena! Sé que los chicos se habían encariñado con ella porque es una muy buena maestra, pero qué bien por ella que se va a trabajar a una excelente institución educativa y se lo merece.

Ahora:

-¿Ya supiste? Esa profesora que enseñaba a tu hijo, a la que despidieron el año pasado por todas las quejas contra ella... la han vuelto a contratar y le han asignado el salón de mi hija.
- ¿Cómo? ¿Ya te das cuenta por qué decidí cambiarlo de colegio? Todo está de cabeza aquí.

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Antes:

- Señores profesores, les presento a los nuevos voluntarios japoneses que han llegado para apoyarnos con sus conocimientos y experiencia en los departamentos de idiomas y educación física.
- En nombre de todo el personal docente les damos la bienvenida. Sabemos que su aporte será muy valioso y podremos aprender mucho de ustedes durante su permanencia con nosotros.

Ahora:

- Señores, éste es el nuevo profesor japonés que se une desde hoy a nuestro plantel. Señora profesora, aquí se lo encargo.
- ¡Okey! ¿Japonés? ¡Ah! Dicen que los japoneses lo tienen chiquitito, ¿cierto? ¡juajuajuajuaaaa! Acomódate por ahí.

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Antes:

- Y, hoy, nos despedimos no sólo de un gran director, sino de un excelente educador y mejor persona. En todos estos años en nuestra institución ha sido ejemplo no sólo para los alumnos y docentes, sino, también, para los padres de familia, especialmente para los que hemos formado en algún momento parte de la directiva al mostrarnos el camino correcto, siempre buscando lo mejor para nuestros hijos.

Ahora:

- ¿Qué? ¿La directora no está de acuerdo con los lineamientos que le hemos impuesto? Ella es sólo una educadora, no sabe de negocios. Hay que mostrarle quién manda aquí. Es hora de buscar su reemplazo.

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Antes:

- Hola, tía. Hoy no traje lonchera pero me olvidé en la casa el dinero que me dio mi mamá para pagar el refrigerio.
- No te preocupes, sobrina. Lo primero es que te alimentes bien. Lo anoto y ya tu mamá lo paga cuando venga a la reunión de padres.

Ahora:

- Ya saben, niños, para recibir su refrigerio en la cafetería, deben presentar su tarjeta de pago o sacar su ticket en caja; sino, deben traer su lonchera. No hay otra manera.

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Toda semejanza con la realidad... espero que sólo sea coincidencia.

sábado, 14 de septiembre de 2013

LOS DIOSES Y YO (O YO, AGNÓSTICO)

Kamisama, Manitu, God, Allah, Dios, Gott, Jehova, Yahve, Wiracocha, Aia Paek, Quetzalcoatl, Zung, Vishnu, Júpiter, Zeus, Odín, Osiris, Mungu, Thien Chua, La Fuerza, gJoH'a, Inti, Amaterasu, Shiva, Apolo, Minerva, Thor, Loki, Monesvol, Hugo Chávez, Alan García... ¡Ah, no!... esos dos últimos no. Al penúltimo, es su hijo putativo, Nicolás, quien lo pone en esta lista y el último se cree él mismo parte de ella.

Hace algún tiempo, durante una entretenida tertulia en donde conversamos sobre muchas cosas, incluida también la religión, un amigo me comprometió a que escriba sobre ese tema aquí en mi blog. La verdad es que ya lo tenía como un pendiente al cual le estaba dando vueltas buscando por donde empezar pero tenía mis dudas de cómo hacerlo hasta que este intercambio de ideas con mi amigo  me terminó de convencer de que no es necesario seguir a rajatabla el antiguo consejo de no discutir sobre fútbol, política o religión porque, como me pasó con él, se puede encontrar personas que conversen inteligentemente (mi amigo, no yo, por supuesto) y sin apasionamientos  exagerados aunque no compartan nuestros puntos de vista u opiniones.

Cuando digo que soy agnóstico, algunos me preguntan por qué no creo en Dios. Entonces, tengo que aclararles la diferencia entre agnóstico y ateo. Así como los teístas están convencidos de la existencia de un ser supremo (o varios; escojan cualquiera de los nombres del primer párrafo o alguno de los muchos otros que no he mencionado), los ateos niegan su existencia. En cambio, un agnóstico no afirma ni niega la existencia de ese ser; en mi caso particular, yo, como agnóstico, espero que cualquiera de ambos bandos me dé pruebas concretas para creer o no creer. Aparte de esta simple y, creo, muy entendible explicación, están también las de muchos de esos expertos en enredar cosas sencillas para confundir al resto de la gente que se hacen llamar filósofos que clasifican el agnosticismo en diferentes categorías o variantes: agnosticismo fuerte, agnosticismo débil, agnosticismo apático, agnosticismo teista, agnosticismo ateísta, agnosticismo interesado, agnosticismo modelo, ignosticismo... solo falta que nos clasifiquen por colores, edad, peso y hasta olores (ya me estoy imaginando un agnóstico "Chanel No. 5" con otro "mofeta salvaje", no se podrían ni ver... o, mejor dicho, oler).

Teístas y ateístas son más parecidos de lo que piensan. Digo ésto porque ninguno basa sus afirmaciones en esas pruebas concretas e imparciales que, como menciono arriba, aún estoy esperando, sino que, aunque los ateos quieran crucificarme por decirlo (¡Oh!... ¿crucificarme?... hmmm), tanto los argumentos de los primeros como de los segundos son simplemente cuestiones de fe (sí, de los ateos también) pues nos dicen, unos, "Dios sí existe" o, los otros, "dios no existe", poniendo cada uno como "prueba" que el otro grupo no puede demostrar lo contrario. O sea, "mi prueba de que existe es que tú no puedes probar que no existe" y viceversa; entonces, "si no puedes probar que no tengo la razón, quiere decir que sí la tengo". Para escucharlos decir "esta es mi prueba irrefutable e irrebatible de que existe (o de que no existe)" habría que vivir más que Matusalén y tener más paciencia que Job (¿De dónde me suenan esos dos nombres?).

No puedo y no pretendo decir quién tiene la razón; por algo yo mismo aún estoy esperando cualquier prueba que me convenza. Pero, lo que sí puedo hacer es repetir lo que alguna vez dijo Gandhi, "Si no tienes religión, yo te recomiendo una: la verdad", un consejo que de todas maneras vale para todos, seamos o no creyentes. 

Gracias por leerme, "que La Fuerza os acompañe".

domingo, 7 de julio de 2013

DE ANIVERSARIOS, BLOGS Y EXORCISMOS

Aunque ya ha pasado más de un año (más exactamente, un año y dos semanas y media... ¡uff! ¿tanto ya?) desde que inicié este blog, algunos me han seguido preguntado el por qué de su nombre, otros (a pesar de la curiosidad que sienten) no se han animado a preguntármelo y al resto (seguramente la mayoría) no les interesa o les da lo mismo (¿por qué, si existe esa expresión, no existe "les da lo otro" o "... lo diferente"?).

La verdad es que, a pesar de que algunos piensen que lo que escribo aquí no tiene mucho que ver con el nombre del blog pues, quizás, al verlo, esperan encontrar temas religiosos o esotéricos, puedo decir que, por el contrario, "Exorcismo DeMente" describe bien la diversidad de temas (pocos temas aún en realidad) que ya he escrito y los que se me vayan a ocurrir más adelante, además de éste mismo que se encuentran leyendo ahora.

Como ya lo expliqué brevemente en la primera entrada de este blog (sí, ésa de hace un año y dos semanas y media) es "Exorcismo DeMente" porque aquí quiero plasmar, expresar, exteriorizar, exorcizar ideas, pensamientos, reflexiones, divagaciones mentales, locuras, fantasías, recuerdos, anécdotas y todo lo que pueda venírseme a la cabeza. Por eso es "DeMente" y no simplemente "de mente" o "demente"; es ambas porque todo lo que escribo aquí es cualquier cosa que se me pueda ocurrir en el momento en que estoy con los dedos en el teclado.

Sea en el estado en que me encuentre: nostálgico, recordando las épocas del colegio (mis hijos seguro dirán épocas de la prehistoria); serio, reflexionando sobre la vida (¿serio o aburrido?); crítico (más que eso, ¿renegón?... mi viejita siempre me dice que, si no renegara, no sería yo); "picón" (los que me conocen saben lo mucho que lo soy); a veces, medio loco, ya ésto contagiado por algunas amistades que sí, no están tan cuerdas que digamos (costumbre muy peruana la de echarle la culpa a los demás, ¿no?); un poco (o bastante) nerd (aún me falta escribir algo así... ¿o el hecho de haber empezado este blog ya me pone en esa categoría?); o sea, todo lo que he escrito y seguiré escribiendo forma parte de este "tutti fruti temático" que bauticé hace trescientos ochenta y dos días como Exorcismo DeMente. Muchas gracias por leerme y espero que lo sigan haciendo.

martes, 11 de junio de 2013

¿PROCRAS... QUÉ?

Viendo la fecha de mi última nota en este blog, una palabra vino a mi mente: procrastinación. No hace mucho aprendí su significado cuando un amigo hizo un comentario en su facebook, pero ya la había visto antes como título de un álbum de Charlie Parra del Riego, uno de los mejores guitarristas peruanos de cualquier género, no sólo de metal, del cual él es un gran exponente; pero en esa ocasión no le hice mucho caso al vocablo en mención.
  
Aunque no es una palabra de uso común, me atrevería a decir, en cambio, que la procrastinación es una costumbre común entre la mayoría de latinos pero especialmente un deporte nacional entre nosotros los peruanos. Ésta se muestra diariamente y la realizan adultos, jóvenes y niños sin excepción; los últimos con seguridad siguiendo el mal ejemplo de los primeros.

Un gran porcentaje de peruanos procrastinaron para el trámite del cambio de comisión de las AFP. Muchos taxistas lo hicieron con la inscripción que les requería la municipalidad de Lima. Yo no me excluyo de ese gran número de personas "cuasi-profesionales" de la procrastinación. Procrastinaba en el colegio o la universidad cuando tenía que estudiar para un examen; procrastiné al alistar mis cosas cuando me mudé de Niigata a Tokio, después, de Tokio a Saitama y también cuando ya estaba por regresarme a Perú. Dejar de procrastinar es algo difícil de hacer pero me he propuesto lograrlo.

No creo que haya alguien que siquiera una vez no se haya sentido tentado a procrastinar. Los que nunca habían oído o leído esta palabra ¿ya se han dado cuenta de qué significa? Procrastinar es postergar una tarea o labor para hacer alguna otra cosa que nos produzca más placer aunque sea menos productiva. Más exactamente, según la RAE, procrastinar significa postergar, diferir.

Y, tú, ¿has sido capaz alguna vez de vencer a la tentación de la procrastinación?