sábado, 22 de diciembre de 2012

22-12-12: EL DIA DESPUES

¡Ya! ¡Terminó el 21 de diciembre! Estamos 22 y no pasó nada. No llegaron los extraterrestres que nos exterminarían, no hubo megaterremotos ni erupciones volcánicas en cadena, tampoco diluvios y tsunamis, ni rastro de asteroide alguno que vaya a colisionar con la Tierra y ocasione esos terribles cataclismos o el tal planeta X o Nibiru que nos desintegraría totalmente. Tampoco hubo un inconsciente que presionara el botón rojo cuando despegó el juguetito norcoreano que, como nunca, esta vez sí funcionó. Ni llamaradas, ni apagones solares, ni inversión de polos magnéticos. Ahora, a olvidarse de todas esas tonterías sobre el fin del mundo y continuar con la vida cotidiana en todos los rincones de la Tierra. La humanidad no ha desaparecido y puede nuevamente ocuparse de cosas más importantes, seguir contaminando y deforestando el planeta, destruyendo la capa de ozono, incrementando el calentamiento global, cazando animales en extinción, dándole la espalda a la hambruna y la pobreza, haciendo guerras y fabricando mas armas nucleares... ¡aaarrrggghhh! Malditos intérpretes de las predicciones Mayas, ¿¡por qué se equivocaron!? Como decía Mafalda: ¡Que paren el mundo porque me quiero bajar!

lunes, 10 de diciembre de 2012

21-12-12

¿Habrán tenido los mayas alguna idea de lo que iban a provocar siglos después de que desaparecieron misteriosamente dejando atrás ese gran plato para elefantes decorado al que ahora conoce todo el mundo como el calendario maya? ¿Qué...? ¿... que en Centroamérica nunca hubo elefantes? Si hay gente que cree que los mayas, los nazcas o los antiguos egipcios eran extraterrestres, ¿por qué no puedo yo creer que en alguna parte de nuestro continente hubo elefantes y que comían en plato?
21 de diciembre de 2012, o sea dentro de unos días, esa es la fecha que dicen los "expertos" en lectura de platos para elefantes que los mayas han predicho el fin del mundo. Todos ellos dicen que ya llega el final pero ninguno precisa cómo va a llegar. Esos "expertos" no saben cómo, pero el cine y la televisión sí nos han dado muchas muy imaginativas ideas de las maneras en que podría darse este fin del mundo.
Por ejemplo, varias nos lo muestran con la llegada de extraterrestres. En este caso tendría que pensar mucho si prefiero ser aniquilado por esos pequeños cabezones esqueléticos de "Mars attacks", por unos seres reptiloides disfrazados de femme fatale como la capitana alienígena de "V" o por los espeluznantes seres de "Alien", "Predator" o "ID4". O, pensándolo bien, como buen trekkie, quizás elegiría ser asimilado por los borg, que vendrían a ser algo así como los herederos del sindicato de construcción civil peruano en el futuro (porque arrasan con todos los que no estén con ellos) o desaparecer silenciosamente solo con un chasquido de dedos de los omnipotentes Q.
Otra opción podría ser la ocurrencia de catástrofes naturales a nivel global. Megaterremotos en toda la superficie de la Tierra producidos por erupciones volcánicas en cadena, colosales diluvios y tsunamis que inundarían cada rincón del planeta o la colisión con un asteroide que causaría todo lo anterior y de donde no se escaparía ni Bruce Willis aunque hubiera sido real su personaje en "Armageddon".
Pero, lo más probable es que no sean catástrofes naturales o extraterrestres los que causen el fin del mundo sino que éste llegue por las propias manos del hombre. Aunque no creo que vaya a ser por culpa de un hacker despistado que se ponga a jugar con las computadoras del sistema de defensa norteamericano pensando que está entrando a un simple juego de rol en línea como en "War games". Si se produce, será porque, conscientemente, un verdadero inconsciente haya presionado ese botón que, según Hollywood, es de color rojo, para iniciar una guerra nuclear. Ya me está poniendo nervioso la postergación del lanzamiento del "satélite" norcoreano, espero que no lo reprogramen para este viernes 21, no tanto por sus juguetitos que, al final, nunca les funcionan, sino por todo el superarsenal con el que siempre se alistan ya saben quién para responderles.
Sea como sea que se produzca, yo ya estoy seguro que llegará de todas maneras, si no el mismo 21, quizás días antes o después, porque esta gripe que parece se me ha convertido en sinusitis me produce unos dolores de cabeza que no me hace dudar que es una manifestación de que el fin del mundo llegará con mi siguiente estornudo.