lunes, 12 de septiembre de 2022

CRÓNICAS MARATONIANAS

- Zona de concentración: “¡Cuánta gente! A ver, un último chequeo mientras hay tiempo: audífonos, celular con la música y la app de running lista, geles a la cintura, bandana puesta (¡ufff! No me gusta pero hay que ponérsela por el sudor), pasadores bien atados, no me vaya a tropezar y la ca…nción. Ahora, sí, ahí está Billy con la arenga al team, ¡Vamos, Crema rUnners!”

- Kilómetro 0: “Prepárate, ahorita ya dan la partida; pon la música, activa la app… ¡listo! 5…4…3…2…1… ¡Vamos! ¡Cuánta gente! Tranqui, suave nomás, anda con el grupo, nadie te puede pasar, ni puedes pasar a nadie por ahora, hay mucha gente… camina con ellos… trota con ellos…”

- Kilómetro 1: “¡Al fin! Ya tengo espacio para pasar a este gordito que ha estado delante mío por diez cuadras. Ahora sí… chau, gordito, nos vemos en la llegada”

- Kilómetro 2: “Despacio, no te apures. Vas muy rápido y todavía faltan 40, te vas a quemar. Anda al ritmo del plan”

- Kilómetro 3: “Ahí están Diego y Antonio. Vamos con ellos como en el entrenamiento”

- Kilómetro 5: “Así, vamos bien. Ese es el paso“

- Kilómetro 8: “Ya vamos un quinto de la ruta. Con paciencia”

- Kilómetro 10: “¿Éste que me está pasando no era el gordito que se quedó atrás al comienzo?… Suave nomás, deja que se vaya, sigue a tu paso”

- Kilómetro 12: “¿Foto? ¿De qué página será? Ya después pregunto o chequeo en el feis…”

- Kilómetro 14: “42 : 14 = 3… ¡ya un tercio de la ruta!… no falta mucho”

-Kilómetro 15: “Hola, gordito, ¿caminando ahora?… Ahora sí, nos vemos en la meta… chau”

- Kilómetro 17: “¡El faro! ¡Vamos, Crema rUnner! Éste es nuestro punto de entrenamiento sabatino, es nuestro territorio… ¡Vamos que el malecón es crema!”

- Kilómetro 18: “¡El mar! ¡Qué ganas de bajar y tirarse al agua”

- Kilómetro 19: “¡Mira! Mira esa camiseta. Salúdalo con el Succar challenge… jajaja… se picó. Ya, ya… chau nomás. Nos vemos en la meta… si es que llegas…”

- Kilómetro 20: “¿Ese no es el Cuto? ¡Vamos, Cuto! Solo te falta un kilómetro para terminar tus 21. ¡Fuerza! Más tarde vamos con los Crema rUnners a probar la sopa seca en tu restaurante… ¡Tengo hambreeeee!”

- Kilómetro 21: “¡Ya vamos a la mitad! ¡Fuerza!… pero, ¿dónde está la estación de hidratación?”

- Kilómetro 22: “¡Ayayay! Ya empieza la subida de nuevo. ¡Vamos! ¡Fuerza!”

- Kilómetro 23: “Tranquilo. Baja el ritmo. Respira. Vayan nomás, cremas. Ya los veré en la meta. Gracias por ir juntos toda la primera vuelta”

- Kilómetro 25: “Esos pasos me suenan conocidos. No, chato, ¿otra vez tú, el de la carrera del IPD? Ya, anda nomás, esta vez no voy a sentir roche de que me pases porque ahora ya sé que eres seleccionado nacional del equipo de talla baja… ¡Arriba Perú!”

- Kilómetro 26: “¡No! ¿La rodilla de nuevo? Calma… no te asustes. Baja un poco más el ritmo. Atento a la molestia, no te vaya a pasar lo de la primera vez”

- Kilómetro 30: “Ya son dos veces en la misma rodilla. No, yo no soy para 42, ¿Qué hago aquí? Me hubiera metido a 21 nomás. ¡Espera! ¡Oye, ¿qué estás pensando?! ¿Esta sensación es el muro del que hablan?… ¡No, no pienses en eso! ¡Vamos, que ya solo falta un cuarto de la ruta!”

-Kilómetro 32: “¿Cuánto vamos? Los élite ya deben haber terminado hace rato”

- Kilómetro 35: “¿Taxi? ¿Cuánto me cobrará un taxi hasta la meta?”

- Kilómetro 36: “¿Más fotos? Ya no, que estoy hecho una sopa”

- Kilometro 37: “De nuevo por el malecón… mira a esos que se han parado para tomarse selfies… vamos, tú sigue nomás”

- Kilómetro 40: “🎼Kilómetro cuarenta, un camino de tierra, 🎵el cielo azul anuncia un día de sol…🎶… ¿eh? ¿Yendo por la Panamericana ya estaría en El Silencio?… ¡quiero ir a la playa!”

- Kilómetro 42: “¿Dos cuadras más todavía para terminar? ¿Llegaré?”

- Kilómetro 42.195: “¡Llegamos! ¡Cuánta gente! Mira al frente… saca pecho, no te jorobes… levanta los brazos… sonríe a la cámara… ya, ahora otra con el Succar challenge antes de que apunte la cámara a otro lado”

- Pasando la meta: “¿Ya terminé? ¡Al fin! ¡Cuánta gente! Busca un sitio donde tirarte ¡Bien hecho, campeón!… Por favor, que no me levanten hasta mañana.

42.195

¡Reto cumplido! 42 kilómetros 195 metros completados. Mi segunda maratón después de tres años y cuatro meses. La primera vez fue para demostrarme a mí mismo que sí podía hacerlo, no importaba el tiempo que hiciera pero lo lograría, como sí lo hice. Esta segunda fue para quitarme ese pequeño sinsabor que me quedó la vez anterior (a pesar de la emoción de lograr finalizarla) por haber tenido que terminar caminando por momentos el último tercio de la ruta debido a una lesión en la rodilla… y también pude hacerlo; una corrida casi constante con una pequeña molestia pero más tolerable que la primera vez, con lo que me quité ese clavo y, aunque tampoco fue el que había planificado antes de la carrera y esperaba lograr, mejoré el tiempo de mi participación anterior.

Mientras recorría los últimos kilómetros antes de llegar a la meta, una arenga sonaba en mi cabeza “¿Quienes somos? ¡Crema rUnners!”… “¿Quienes somos? ¡Crema rUnners!”… Por mucho tiempo estuve saliendo a correr y entrenar por mi cuenta, yo solo. Por supuesto que me gusta la compañía de mis seres queridos y amigos pero hay momentos que disfruto en soledad, acompañado solamente de mis propios pensamientos y uno de esos momentos es cuando salgo a correr. Pero, desde hace unos meses, disfruto también hacerlo acompañado junto a este grupo al que me uní luego de conocerlo por casualidad a través de las redes y saber que compartían mi pasión por el mejor y más grande de los  equipos del Perú y por el running. Después de haber pasado año y medio inactivo por el confinamiento social de la primera parte de la pandemia y, luego, por un par de desafortunadas lesiones que sufrí cuando recién se volvía a tener libertad de tránsito, estuve poco más de un año entrenando, como siempre, en solitario, como solía hacerlo antes, sin mucha regularidad y, por eso, muy poco avance, hasta que supe de la existencia de un grupo de hinchas cremas que también les gustaba correr. Mi primera experiencia corriendo con ellos fue cuando organizaron “la primera carrera del hincha Crema”, luego vinieron “el trote de Lolo” y los madrugadores entrenamientos sabatinos en el faro de Miraflores y, ya formando parte del team, la Media Maratón de Lima. El entrenar con ellos me enseñó a mantener la constancia que necesitaba para completar retos como éste que acabo de cumplir; porque en este grupo está presente ese espíritu guerrero, esa característica garra crema que nos motiva y de la que estamos orgullosos como hinchas de Universitario de Deportes.

Pero, hay una persona que me acompaña desde que empecé a participar en estas carreras, desde mis primeros 5k. Madruga conmigo para acompañarme en la partida y esperarme en la meta. Es mi compañera de vida desde hace once años y desde entonces me apoya y alienta en mis locuras, como ésta de meterme a sufrir por cuarenta y dos kilómetros porque sabe que, luego del sufrimiento, llegará la alegría y satisfacción de haber completado el reto. Gracias por estar siempre conmigo.

Y habrá nuevos retos, pero, mientras vienen, seguiré disfrutando de este último luego de terminar exhausto pero satisfecho, diciendo nuevamente ¡Reto cumplido!