miércoles, 18 de julio de 2018

NOSTALGIA UCHINĀNCHŪ 

Hasta ahora, no había publicado fotos en este blog, pero siempre hay una primera vez y qué mejor que hacerlo acompañando con ellas una nota sobre mi viejito, el Gran H. Originalmente, era sólo un post en mi Facebook pero quise compartirlo por aquí también agregándole unas líneas más. 

El Gran H en sus tiempos de sumotori, luchador de sumo okinawense. A diferencia de la versión de sumo más conocida, en el sumo okinawense no es necesario luchar semidesnudos usando taparrabos, sino con un karategi o judogi basta, ni tampoco ser una mole de 150kg, aunque el tamaño ayuda, dicen que "mas vale maña que fuerza" y él lo demostró muchas veces. Aquí, pesando menos de lo que peso yo ahora (él me decía que cuando era sumotori estaba en unos 65kg.) recibiendo uno de los varios trofeos que ganó compitiendo no solo acá, sino también representando a la colonia okinawense del Perú en el extranjero.

Lamentablemente, no llegué a verlo luchar, pero sí pude acompañarlo cuando ya fungía de árbitro en los torneos que se realizaban en el antiguo Coliseo Nacional cerca a El Porvenir en La Victoria, antes de que el AFO (Asociación Fraternal Okinawense), ahora AOP (Asociación Okinawense del Perú, tuviera su propia sede deportiva en la urbanización Mayorazgo en Ate, a donde se trasladaron esos torneos junto con los campeonatos de fútbol y voley inter shi, cho y son, además de empezar luego con los de gateball. 

(Gracias a mi tocayo y primo Jose Luis Nakamoto por las fotos)

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